Los primeros consensos definieron la sepsis una serie de alteraciones fisiológicas y serológicas que indicaban una insuficiencia orgánica progresiva. El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) indicaba la respuesta inflamatoria, potencialmente perjudicial.
La sepsis se definió como SRIS con infección, la sepsis grave como sepsis con disfunción orgánica y el shock séptico como sepsis con hipotensión persistente. Estas definiciones, con pequeñas correcciones, orientaron la práctica médica y las investigaciones sobre el tema durante 25 años.
Si bien estas definiciones proporcionaron conocimientos esenciales sobre la sepsis, la experiencia reveló sus limitaciones. El SRIS se reconoció como un marcador inespecífico de inflamación, tanto infecciosa como no infecciosa, que no pronosticaba de manera significativa los resultados clínicos.
La característica esencial que diferencia entre infección y sepsis es la disfunción orgánica producida por la respuesta inflamatoria
La disfunción orgánica se puede definir como un cambio agudo y relacionado con infección de por lo menos 2 criterios de la evaluación secuencial de insuficiencia orgánica (Frecuencia respiratoria ≥22 respiraciones por minuto, Alteración de la función mental o Presión sistólica ≤100 mm Hg), que se asocia con aproximadamente el 10% de mortalidad.
La sepsis se asocia con hasta el 50% de Daño Renal Agudo (DRA) y hasta el 60% de pacientes con sepsis tienen DRA.
Aunque el mecanismo fisiopatológico sigue sin ser entendido por completo, es evidente que la cascada inflamatoria nociva característica de la sepsis contribuye también al DRA.
Los pacientes con sepsis complicada por DRA tienen aumento significativo de la mortalidad en relación con los pacientes sin DRA. Asimismo, los pacientes con DRA asociado a sepsis (DRA-AS) tienen aumento significativo de la mortalidad en relación con aquellos con DRA de otra etiología.
La estimación precisa de la incidencia de DRA es difícil. Caracterizar el DRA estrictamente como atribuible a la sepsis sigue siendo difícil debido a los numerosos factores de confusión comunes en los pacientes con enfermedades graves.
La incidencia de sepsis y la morbilidad relacionada con esta parecen estar en aumento, mientras que la tasa de mortalidad de los pacientes con sepsis parece estar descendiendo.
Los factores de riesgo de DRA y los factores pronósticos identificados en la población general probablemente confieren un riesgo igual o aún mayor a los pacientes con sepsis. Los factores premórbidos de riesgo de DRA identificados son la edad avanzada, la nefropatía crónica y las enfermedades cardiovasculares. Las características asociadas con la enfermedad aguda que con más frecuencia se vinculan con DRA son la insuficiencia cardiovascular, la insuficiencia hepática y la sepsis.
Por último, datos de observación sugieren que el DRA puede predisponer a los pacientes a mayor riesgo de sepsis. La detección precoz de DRA es esencial para para una intervención exitosa. El DRA sigue siendo un diagnóstico basado sobre el aumento de la creatinina en sangre o la disminución de la diuresis. Aunque útiles, estas mediciones tienen limitaciones que subrayan la necesidad de métodos más nuevos para detectar el DRA y el DRA-AS.
Nuevas técnicas de detección del DRA asociado a sepsis
El análisis de orina y la microscopia urinaria pueden contribuir a identificar el DRA-AS. Tres estudios de observación evaluaron un Sedimento urinario específicamente en una cohorte con DRA-AS. En esta cohorte encontraron más células epiteliales y cilindros tubulares que en el DRA no séptico.
En un estudio prospectivo de 83 pacientes, 43 de ellos con DRA- AS, el puntaje del análisis de orina >3 fue pronóstico de DRA grave y muy relacionado con los biomarcadores de daño tubular.
En un estudio unicéntrico de observación de 423 pacientes con sepsis se observó que la albuminuria reciente se asociaba a un cociente de probabilidades de 1,87 para el desarrollo de DRA-AS.
Varios marcadores plasmáticos que se relacionan inversamente con la filtración glomerular (FG) pueden ser útiles para detectar DRA en pacientes con sepsis. La proencefalina y la cistatina C están muy asociadas con el DRA y la FG y aumentan antes que la creatinina en pacientes graves con sepsis.
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